Archivo de la categoría: República Dominicana

Ceguera Inducida

Te veo cada día en todas partes; durmiendo en nuestras calles, la mayoría de las veces mendigando unos pocos pesos, en otras ocasiones jugando con la precariedad que enfrentas cada día. ¿Cuántas veces andando por las calles te he visto tirado, cansado, hambriento bajo el sol, la lluvia o el frío? ¿Cuántas veces he pasado frente a ti sin siquiera notar tu presencia? que estás solo, quizás no tienes a donde ir, que comer o motivos por los cuales vivir…

Tus ojos reflejan el dolor de la difícil vida que llevas; tu rostro expresa la esperanza perdida, el olvido, la soledad. No importa a donde vayas, parece que la negatividad te persigue, no importa si lloras, si estas hambriento, si tienes frío….. al parecer nadie se inmuta; si gritas o callas no importa, no hay oídos para escucharte, no hay brazos para  abrazarte ni labios para susurrarte que todo estará bien. No conoces corazón puro, porque te rodea la desconfianza; el medio en donde vives te enseñó a no querer, a no creer, a no esperar nada ni de ti ni de nadie.

Quizás no te conozco, quizás no quiero conocerte, ¡Cuanto daño te he causado! Solo te juzgo, me molesto cuando pides dinero, cuando ensucias el cristal del automóvil que conduzco, cuando me clavas esa mirada desafiante. No me he detenido un solo instante para comprenderte, para saber que piensas, ¿Por qué lloras? ¿Qué haces aquí? 

Te veo a diario y no me molesto en conocerte, ni siquiera trato de hablarte, pero sigues ahí, esperando que mi consciencia dormida algún día despierte.

Esperando en silencio que algún día se acabe la indiferencia…..

La Realidad de América Latina

Santo Domingo, ciudad primada de América, dueña de los monumentos más antiguos, emblemáticos e importantes del nuevo mundo. Modelo latinoamericano, poseedor de los primeros sistemas educativos, sanitarios, religiosos y políticos del continente. Sin embargo ¿Dónde se encuentra Santo Domingo, 519 años después de su descubrimiento?

Latinoamérica comparte con la República Dominicana, las bases del continente más prominente del mundo, al igual que comparte las carencias, desigualdades e injusticias de sus hermanas naciones del hemisferio. ¿Hasta dónde un pueblo está dispuesto a erradicar las creencias limitantes que impiden su crecimiento?

Esto genera una tercera pregunta; ¿Cuál es la realidad de América Latina?

Si bien es cierto que cada país es diferente, todos comparten una misma misión. El ferviente deseo de proveer estabilidad a sus habitantes, erradicar la pobreza, garantizar la seguridad, sanidad y nutrición de su pueblo. No obstante, tendemos a pensar de manera individualista; nuestros gobiernos crean políticas cada vez más excluyentes, menos sostenibles y hasta cierto punto discriminatorias.

Santo Domingo, se encuentra 519 años después, como la capital más poblada del Caribe, la novena economía latinoamericana, el país numero 73 en el mundo de acuerdo a su producto interno bruto y tiene un índice de desarrollo humano considerado medio…. Pero… estos solo son números! Números que nos atan, nos invitan al conformismo o en el mejor de los casos a la superación estadística. La realidad es otra, nos conformamos con un noveno lugar, cuando fuimos el ejemplo de una República para América.

A que nos lleva este análisis, al problema número 1 de nosotros los latinoamericanos: A C T I T U D. Una buena actitud puede unir o destruir una relación, una familia o un pueblo; como latinos nos falta confianza en nosotros mismos, en nuestros sistemas sociales, políticos, económicos y educativos. En vez de unirnos como pueblo, veneramos el ejemplo de países mas industrializados, cuando tenemos países hermanos que han superado nuestras dificultades. Confiamos en la opinión de un europeo, americano o asiático, cuando contamos con grandes talentos criollos. Nuestros gobernantes cierran nuestras fronteras, cuando indudablemente estas necesitan permanecer abiertas.

Hasta dónde estamos dispuestos a luchar por una América Latina unida, para que cada uno de sus 577.200.000 habitantes, tenga una vida digna, donde cada uno de los 27 países que la conforman convivan en paz y armonía. Hasta dónde llega nuestro coraje para exigir nuestros derechos, pero hasta dónde llega nuestra humildad para cumplir nuestras obligaciones. Latinoamérica necesita entes de cambio, personas que puedan ver más allá de Santo Domingo, Lima, Caracas, Guatemala, Ciudad de México o Brasilia y visualicen el abanico de posibilidades que pudiéramos aprovechar, si nos unimos como uno solo.

Si pensamos detenidamente, qué nos hace ser subdesarrollados? Comprenderíamos fácilmente que es la actitud amigos; esa competitividad, el prejuicio, el no ver mas allá de nuestras narices, el cerrar nuestra mente y no aceptar otras posibilidades. Si estuviésemos dispuestos a conocer lo que hay a nuestro lado, a dar opiniones sinceras y no desatadas por la impulsividad del patriotismo, a aceptar críticas y a convertirlas en algo productivo, estoy seguro que la realidad de América Latina sería totalmente diferente…

Pero hasta que esto suceda, solo me resta…. Seguir luchando.